Abriendo Caminos en la Conciencia II.-
VISIÓN VISIONARIA.-
Sólo fueron segundos que transcurrían mientras el actuar se accionó; era difícil discriminar momentáneamente, si era producto de la emocionalidad o de la razón; el impulso latía y el corazón se abría, y entonces la pluma se aligeró en la mano, que libremente escribía lo que se delineaba a realizar en el futuro inmediato, cuya repercusión se avizoraba como una revolución sin límites de la vida de quien tomaba la decisión.
Sin detenerse a pensar en la afectación de la misma, se dibujaba un mundo; un futuro que se ampliaba ante la óptica, aún bajo la incertidumbre de no tener nada y dejando lo aparentemente “seguro”. Era como una gigantografía (sustituyendo la holografía), siendo espejo y reflejo de la vida interior hacia el exterior. Se trataba de un giro a lo acostumbrado, al hacer rutinario, a lo mismo de siempre y entonces, de repente como un toque huracanado arrasando apegos, emociones, ilusiones y conductas de un siempre aparecer,…. se cayeron los fundamentos y el vacío hizo gala de presencia en el momento.
Vacío que estaba pleno de una preparación invisible a lo inesperado, a dejar el control, a creer en una fuerza impulsora mas allá de nuestra voluntad; rompía las tiras ocultas del maromero, fluyendo las imágenes componiendo una nueva visión de vida.
Renunciando a lo acostumbrado en el hacer, en el decir, en el pensar; el “Ser” creaba los nuevos escenarios; consciente de las potenciales consecuencias y aún así, lanzó las primeras acciones y las reacciones se manifestaron de inmediato.
Piénsalo!- decían los amigos, quienes incrédulos ante los automatismos que habían estado presentes, sólo veían un futuro incierto; cuando que en realidad era su propio miedo lo que les hacia pensar en lo inseguro de lanzarse a lo nuevo, a lo inesperado, a la certeza de un sentir profundo donde el Alma, estaba consciente de las ganancias a obtener.
Dudas, pensamientos negativos, inseguridad, miedo…..estaban suspendidos; pues aún revoloteaban alrededor; no obstante, al pasar los días a pesar de lo desconocido por venir, con la sensación de que algo trascendental se avizoraba y, al entrar el nuevo año, la decisión se afianzo; pues la visión se había convertido en convicción que para sorpresa no era tal, pues alguien muy especial le extendió una invitación a un proyecto de vida. El corazón pausadamente sostenido por una fuerza certera, supo que ese era el camino. Así se concretaron las fechas, se delimitaron los pasos; el cuándo y el cómo estaba pre-establecido de forma tal, que en el tablero del ajedrez de la vida, la reina (la conciencia) accionó el andar; ahora la joya esta alzando vuelo. Con la paciencia como guía y el maestro con su fuego del azul eterno, esta siendo encendida ante su nuevo despertar.
Amigo lector, sé que el juego de la mente te dejó la inquietud de lo desconocido de cuál era la visión. Más allá de conocer mi visión, te invito a entregarte a lo desconocido en ti que es conocido en lo profundo de tu sentir; a re-encontrarte y saber que la libertad vive y es en tu mundo interior.
Adriana Salazar
Desde el ser que soy.
Sólo fueron segundos que transcurrían mientras el actuar se accionó; era difícil discriminar momentáneamente, si era producto de la emocionalidad o de la razón; el impulso latía y el corazón se abría, y entonces la pluma se aligeró en la mano, que libremente escribía lo que se delineaba a realizar en el futuro inmediato, cuya repercusión se avizoraba como una revolución sin límites de la vida de quien tomaba la decisión.
Sin detenerse a pensar en la afectación de la misma, se dibujaba un mundo; un futuro que se ampliaba ante la óptica, aún bajo la incertidumbre de no tener nada y dejando lo aparentemente “seguro”. Era como una gigantografía (sustituyendo la holografía), siendo espejo y reflejo de la vida interior hacia el exterior. Se trataba de un giro a lo acostumbrado, al hacer rutinario, a lo mismo de siempre y entonces, de repente como un toque huracanado arrasando apegos, emociones, ilusiones y conductas de un siempre aparecer,…. se cayeron los fundamentos y el vacío hizo gala de presencia en el momento.
Vacío que estaba pleno de una preparación invisible a lo inesperado, a dejar el control, a creer en una fuerza impulsora mas allá de nuestra voluntad; rompía las tiras ocultas del maromero, fluyendo las imágenes componiendo una nueva visión de vida.
Renunciando a lo acostumbrado en el hacer, en el decir, en el pensar; el “Ser” creaba los nuevos escenarios; consciente de las potenciales consecuencias y aún así, lanzó las primeras acciones y las reacciones se manifestaron de inmediato.
Piénsalo!- decían los amigos, quienes incrédulos ante los automatismos que habían estado presentes, sólo veían un futuro incierto; cuando que en realidad era su propio miedo lo que les hacia pensar en lo inseguro de lanzarse a lo nuevo, a lo inesperado, a la certeza de un sentir profundo donde el Alma, estaba consciente de las ganancias a obtener.
Dudas, pensamientos negativos, inseguridad, miedo…..estaban suspendidos; pues aún revoloteaban alrededor; no obstante, al pasar los días a pesar de lo desconocido por venir, con la sensación de que algo trascendental se avizoraba y, al entrar el nuevo año, la decisión se afianzo; pues la visión se había convertido en convicción que para sorpresa no era tal, pues alguien muy especial le extendió una invitación a un proyecto de vida. El corazón pausadamente sostenido por una fuerza certera, supo que ese era el camino. Así se concretaron las fechas, se delimitaron los pasos; el cuándo y el cómo estaba pre-establecido de forma tal, que en el tablero del ajedrez de la vida, la reina (la conciencia) accionó el andar; ahora la joya esta alzando vuelo. Con la paciencia como guía y el maestro con su fuego del azul eterno, esta siendo encendida ante su nuevo despertar.
Amigo lector, sé que el juego de la mente te dejó la inquietud de lo desconocido de cuál era la visión. Más allá de conocer mi visión, te invito a entregarte a lo desconocido en ti que es conocido en lo profundo de tu sentir; a re-encontrarte y saber que la libertad vive y es en tu mundo interior.
Adriana Salazar
Desde el ser que soy.
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