TRANSFORMANDO LA CONCIENCIA
Movimiento transformador que
imparablemente lleva el ritmo de la danza de la vida, donde cada paso, cada
nota trae un nuevo orden en el Ser, en el hacer, en el sentir y pensar. Movimiento que se activa sin aviso y que
fluye en la medida en que soltamos las amarras del orgullo, de la vanidad, del
querer tener el control de todo y de todos.
Tomar conciencia de sí mismo
y de la realidad, es un proceso que nunca veremos acabar; lo verdaderamente
importante y esencial es dejarse afectar y crecer en la fe de que todo
lo que sucede trae consigo una enseñanza, una nueva manera de ver la vida y las
relaciones con el entorno y todo lo que nos rodea, independientemente del
sufrimiento, de la incertidumbre, de la emocionalidad que tiñe cada comportamiento que mostramos.
Al elevar la conciencia nos
damos cuenta de que no necesitamos buscar caminos tortuosos para discriminar
entre lo que nos hace sentir plenos de paz y tranquilidad, sino que nos enseña a mantenernos en reposo, en
silencio interno para poder escuchar los distintos mensajes que recibimos del
medio circundante, de la gente, de las tendencias, de las actitudes y conductas
de otros y de la de nosotros mismos, de poder contactar con el misterio divino
de la naturaleza y de la sabiduría interna que habita en nuestro Ser y, que nos conduce a menos
equivocaciones, a apuntalar con acierto las decisiones que tomamos y a ser más
efectivos en el operar cada acción .
Nada cierto hay en atinar a
que la sencillez, la humildad de corazón, el actuar íntegramente en dirección
de lo correcto nos lleva a la equivocación en el actuar; ingenuo aquel que se
ufana de creerse tener la verdad y considerar que lo descrito es simpleza y
utilería de una dramaturgia de la vida, pues si vemos al mundo y al juego de las fuerzas
económicas, sociales y políticas que le envuelven , existe una marcada tendencia histórica del egoísmo, de
la vanidad, de la ambición económica y del poder que han llevado a la destrucción
del hombre por el hombre y de este hermoso planeta que se nos dio como estación
para nuestra evolución como seres humanos.
Existe hambre de la verdad,
de una existencia coherente, de un modelaje de
integridad y de un actuar en lo
correcto mas allá de las pretensiones de
lo oculto por mascaras que el ego
utiliza para esconder su más bajo sentir
y ambivalente conducción bajo la
conveniencia propia en detrimento de la colectividad y de su bienestar.
Política, religión,
economía, lideres, insurrectos, y un sinfín de actuantes que bajo el oculto
rostro de sus ambiciones, traicionan la esencia humana y, creyentes de una
falsa ideología buscan establecer el orden para su bien propio, irrumpiendo en
las mentes, en la interioridad y a la desaparición de la identidad verdadera de
cada cual, llevándoles como borregos por caminos de la destrucción, de la
iniquidad, de una volátil creencia de bienestar
donde sostener la ignorancia es la base de todo ello.
Romper las cadenas de la
esclavitud para obtener la libertad va mas allá de una guerra de instrumentos y
de palabras, de ofensas o de discursos incoherentes y vacios; se requiere de
tocar fondo, de ir a la conciencia, de saber que cada cual tiene el poder de
auto liberarse, de no creer en fantasiosas promesas que no contemplan el proceso de la
interiorización de quiénes somos y cuál es el propósito de nuestras vidas; es
conciencia mas allá de ideologías o creencias religiosas que por fanatismo en
ambos campos perdemos la dirección, la óptica de la mirada a lo esencial , a lo
que verdaderamente nos dará la libertad.
Busquemos la luz que habita
en cada uno y desde allí, descubramos cual es ese nuestro propósito de vida, esos
talentos, herramientas para proveernos de la libertad que ansiamos; eduquémonos
para superar la injusticia y muy
especialmente romper los hilos del maromero que nos maneja cual marionetas a su
antojo y dirección, sin esperar que otros lo hagan por nosotros.
SMA 26/05/2019.
Adriana J. Salazar.
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