LA UNIÓN DE LA BELLA Y LA BESTIA
Desde la oscura noche de la verdad
la unidad inicia su trabajo transformador,
se acelera la intensidad del fuego ígneo
y las carnes se resienten ante el dolor.
Vibra intensamente y sin cesar
el centro de fuego sempiterno,
y la luz asciende desde la profunda caverna
tocando la bestia que vive adentro.
Saca su cabeza sin doblegarse
y suavemente se entrega al fuego,
con dulce mano la acaricia el ser
que habita el desolado lugar.
La bella y la bestia se han unido
formando un solo cuerpo,
con la rosa abierta en sus pétalos
de azul y rosa, fuerza de la voluntad.
La puerta al cielo sigue aún abierta
con violáceo éter de alimento,
y la madre acompaña el dulce evento
nutriendo con amor y santa bendición la unidad.
Es ahora el tiempo de los tiempos
y muchos cambios tendrán lugar,
se embaraza el vientre con el amado eterno
y la luz de nuevo se parirá.

Adriana J. salazar

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